Cómo la inferencia de IA está cambiando el juego

Escribe Nicolás Cánovas, Gerente General de AMD para América Latina

Estamos viviendo un punto de inflexión tecnológico. La inteligencia artificial ya no es una promesa, sino una herramienta activa que ya está transformando las industrias, acelerando las decisiones y mejorando las capacidades humanas. Pero hay una fase crítica de esta evolución que hoy marca la diferencia: la inferencia.

Si bien el entrenamiento de modelos es el centro de atención debido a su complejidad y volumen de datos, la inferencia es el paso en el que la IA entra en acción. Es entonces cuando se aplican modelos entrenados para resolver problemas reales: desde detectar fraudes bancarios en segundos, hasta interpretar imágenes médicas o automatizar procesos industriales.

En esta fase, la eficiencia, la velocidad, y la escalabilidad se vuelven tan importantes como la precisión. No se trata solo de la complejidad del modelo, sino de la rapidez con la que puede adaptarse a diferentes contextos, responder a nuevas variables y escalar su uso sin comprometer los resultados.

Para lograrlo, se requiere una base tecnológica robusta pero también flexible. En AMD llevamos años desarrollando soluciones enfocadas en este desafío: arquitecturas abiertas, procesadores de alto rendimiento, aceleradores gráficos optimizados para IA, y plataformas que permiten desplegar modelos en entornos reales, desde el edge hasta la nube.

Adoptar la IA ya no es una cuestión de futuro, sino de la capacidad de actuar en el presente. Y comprender el papel estratégico de la inferencia es clave para tomar decisiones informadas, diseñar políticas tecnológicas sólidas y aprovechar las oportunidades de esta nueva era. Porque si el entrenamiento prepara modelos, es la inferencia la que los pone en movimiento. Y ahí es donde comienza el verdadero impacto.
La inferencia ya no es el eslabón perdido en el ecosistema de la IA: es el campo de batalla central donde se pone a prueba la eficacia real de cada estrategia. En AMD, no solo estamos viendo ese cambio: lo estamos liderando.

Con innovaciones como FP4 en los aceleradores AMD Instinct MI355X, mejoras en eficiencia, escalabilidad y software optimizado, AMD demuestra que la inferencia puede escalar sin sacrificar la precisión o los costos operativos. Además, con tecnologías como PARD y AMD PACE, LAS CPU AMD EPYC™ ofrecen avances sustanciales en la velocidad de inferencia sobre los modelos Transformer, reduciendo las latencias y multiplicando el rendimiento.

En América Latina, esta capacidad de escalar la inteligencia artificial de manera eficiente y realista es revolucionaria. Disponer de soluciones que se adapten a infraestructuras heterogéneas y necesidades locales permite una adopción más ágil y sostenible.

La invitación es clara: no veamos la inferencia como un componente técnico más, sino como el eje estratégico que definirá la ventaja competitiva de las empresas, gobiernos, y organizaciones en esta nueva era.
La transformación ya ha comenzado. Aquellos que adopten la inferencia como una ventaja estratégica hoy serán los que definan el mañana. En AMD, no estamos esperando: estamos acelerando ese mañana con ustedes.

(*) Nicolás Cánovas: Gerente General de AMD para Spanish South America